El Fondo Monetario Internacional (FMI) reiteró este jueves la necesidad de que el Banco Central (BCRA) incremente sus reservas en divisas y subrayó la imperatividad de forjar un amplio consenso político que asegure la implementación de la ambiciosa agenda de reformas propuesta por las autoridades argentinas. Así lo manifestó Julie Kozack, portavoz del organismo, durante una conferencia de prensa celebrada este jueves en Washington.
Otro de los puntos abordados por la vocera fue la relevancia del respaldo político, en sintonía con las demandas del gobierno de Donald Trump. “En lo concerniente al programa en curso, continuamos enfatizando la necesidad de generar un amplio apoyo político para garantizar la concreción de la ambiciosa agenda de reformas de la autoridad y fortalecer la confianza”, afirmó Kozack.
No obstante, previamente la funcionaria había declarado: “Deseo recalcar que seguimos colaborando estrechamente con las autoridades para asistir a Argentina en su senda hacia un crecimiento más sostenible e impulsado por el sector privado”. Adicionalmente, expresó su gratitud por “el apoyo anunciado por los socios de Argentina, Estados Unidos, el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo. Estamos cooperando diligentemente con todos estos socios para respaldar conjuntamente al país”.
Tensión cambiaria
Las declaraciones de la portavoz coinciden con un período de inestabilidad en el mercado cambiario. Ayer, el dólar oficial experimentó una nueva alza, a pesar de las significativas ventas efectuadas por el Banco Central (BCRA), bajo instrucciones del Tesoro, estimadas por operadores entre 300 y 450 millones de dólares. Esta intervención tuvo como objetivo contener el avance de una demanda por cobertura sumamente robusta, según se indica en los círculos financieros. Consecuentemente, el tipo de cambio minorista ascendió $50, situándose en $1.450 en el Banco Nación y en $1.470 en otras entidades.
Esta presión de la demanda se produce a pesar de la considerable liquidación de divisas por parte de los exportadores de granos (incentivada por la eliminación transitoria de retenciones) y del anuncio del secretario del Tesoro de los Estados Unidos, Scott Bessent, quien afirmó que su país hará “todo lo que sea necesario” para sostener la gestión del presidente Javier Milei.
Precisamente, la titular del FMI, Kristalina Georgieva, se refirió a finales de la semana pasada a las negociaciones entabladas entre el gobierno argentino y el Tesoro norteamericano para un swap de monedas por u$s20.000 millones. “Celebramos que Estados Unidos esté asistiendo a Argentina, al igual que el Banco Mundial y el BID (Banco Interamericano de Desarrollo) con su apoyo”.
Asimismo, aseguró que desde el Fondo se mantuvieron “en estrecho contacto” con las autoridades estadounidenses durante la preparación del programa. “Nuestros intereses y los suyos están alineados”, detalló. Es pertinente recordar que EE.UU. es el principal accionista de este organismo multilateral.
También sostuvo que “lo que anhelamos es ver a Argentina manteniendo el rumbo hacia la estabilización macroeconómica y sosteniendo políticas adecuadas durante un período suficientemente prolongado para que luego se tornen irreversibles”.
Georgieva y Javier Milei se reunieron el miércoles pasado en EE.UU. Tras dicho encuentro, la funcionaria publicó en redes sociales: “Reunión muy constructiva con el presidente @JMilei hoy en Nueva York. Apoyamos a Argentina mientras implementa políticas para salvaguardar la estabilidad, reducir la inflación, reconstruir las reservas e impulsar las perspectivas de crecimiento”.
Por su parte, la ex subdirectora gerente del Fondo, Gita Gopinath, sostuvo que, más allá de la asistencia que reciba Argentina por parte del Tesoro norteamericano, el país necesita implementar reformas para alcanzar un progreso duradero.
A un mes de su partida del FMI, la economista aseveró en redes sociales que “el respaldo estadounidense indudablemente contribuye a prevenir fluctuaciones cambiarias especulativas. No obstante, un progreso duradero requerirá que Argentina adopte un régimen cambiario más flexible, acumule reservas y genere apoyo interno para sus reformas”.
El país ha cumplido con todas las metas acordadas en el programa vigente con el Fondo, con la salvedad de la relativa a la acumulación de reservas. Tanto los técnicos del FMI como diversos analistas han señalado que esta situación representa “una debilidad” en momentos en que el país debe afrontar vencimientos por deuda con privados y organismos por casi u$s2.700 millones en lo que resta del año y más de u$s18.000 millones en 2026.