El ex canciller Gerardo Werthein ha generado una considerable controversia en el Ministerio de Relaciones Exteriores al aprobar 83 traslados diplomáticos apenas dos días antes de presentar su renuncia al presidente Javier Milei.
Según informes de nuestra redacción, esta medida implica un costo fiscal estimado en US$2 millones, una cifra que ha causado inquietud dentro del Gobierno. Las resoluciones, firmadas el lunes previo a su dimisión, incluyen tanto a 29 funcionarios ya destinados en el exterior que cambiarán de sede, como a otros que serán trasladados desde Buenos Aires a diversas embajadas y consulados en el extranjero.
Estos movimientos, cuya concreción está prevista entre enero y abril de 2026, han encendido las alarmas en la Casa Rosada, que ya ha anunciado una revisión exhaustiva de cada designación. Fuentes cercanas a la presidencia afirman que las decisiones tomadas durante los últimos días de la gestión de Werthein “serán analizadas caso por caso” para prevenir eventuales irregularidades.
La renuncia del ex titular del Palacio San Martín, cuyo momento político ha sido motivo de sorpresa, ha acelerado la búsqueda de un nuevo canciller. No obstante, fuentes oficiales han indicado que los cambios en el Gabinete se comunicarán después de las elecciones del domingo, como parte de una reestructuración más amplia planificada por el presidente Milei.
De este modo, el cierre de la gestión de Werthein deja un complejo panorama diplomático y administrativo que ahora deberá ser abordado por el propio mandatario, mientras en el oficialismo ya circulan posibles nombres para liderar la Cancillería en una etapa caracterizada por tensiones internas y desafíos internacionales.